TODO NOMBRE TIENE UN PORQUE...

Todo en esta vida tiene una razón, un por qué, calquier nombre viene por alguna circunstancia... y el nombre de nuestro blog también lo tiene... La temporada pasada fué un mal año para el esqui de travesía en nuestras queridas montañas cantabras. Terminaba 2011 y casi "no habiamos tocado pelo". Y un día en el rocodromo entrenando un poco con un grupo de amigos, y ante una pequeña nevada que se supone había caido en la zona alta de la Cordillera uno de los presentes dijo... Hay nieve, allí hay nieve. Hay que ir! aunque se jodan!... estoy harto de ponerme los esquis encima de la alfombra del salón... aunque se jodan!

Y así ha nacido aunquesejodan.blogspot.com



viernes, 28 de junio de 2013

VI INTEGRAL DEL VALDECEBOLLAS - CAGANDO LECHES

Casi un mes después de la carrera los recuerdos se van desfigurando. Normalmente, los momentos de sufrimiento y lucha interior, vistos desde la lejanía, van atemperándose y lo que finalmente queda en el recuerdo son los mejores momentos. Para evitar este efecto, me gusta escribir la crónica de nuestras actividades en los días inmediatamente posteriores a la actividad. En este caso, hasta la fecha no he tenido tiempo para ponerme a la labor, por lo que difícilmente voy a poder trasladar con detalle las sensaciones vividas.

Bueno, vamos al lío. El pasado 2 de junio de 2013 me levanté a las 6 hs. La teoría imponía un desayuno que no tuviera problemas de digerir... Concienciado, me propuse resistir los encantos del sobao del macho, tamaño XXL, que me esperaba en la cocina... Después de tomar el desayuno que me había preparado inicialmente, no pude evitarlo.. un trozo tras otro, el mazacote acabó cayendo. No pasa nada, todavía quedan 2 horas para la salida, pensaba iluso. Seguro que me da tiempo a hacer la digestión..

A las 7 hs salimos hacia Barruelo de Santullán, donde aproximadamente 100 aventureros esperaban para afrontar los 42 kilómetros, con 2400 metros de desnivel positivo, de la Integral del Valdecebollas. Me acompaña Marta, una Santa a la que hice levantarse a las seis y media, y me desea buena suerte antes de la carrera. El trabajo de entrenamiento está hecho, solo queda llevar a la práctica lo entrenado.


Me pongo en primera fila con el equipo ITM. Así saldremos en la foto de salida... craso error, alguien me tapa por completo, grrrr -jejeje-.



Tomamos la salida a las 8 hs y afrontamos la subida a "La Escalerilla". En poco menos de 2 kms ascendemos unos 300 metros de desnivel. Empieza bien la cosa. Las sensaciones en la subida son buenas. Las piernas tiran, esto marcha!!

Tras esta primera subida, un rápido descenso nos lleva a pasar por segunda vez por el pórtico de salida en Barruelo. Llego un poco antes de lo previsto. Así Marta no me tiene que esperar mucho para darme ánimos.

A partir de aquí empieza mi calvario... Entre Barruelo y Brañosera la pista no tiene demasiado desnivel, lo que permite coger un buen ritmo de carrera. Sin embargo, empiezo a notar que algo no va bien. Acabo de llegar al km 5 y empiezo a sufrir del estómago, lo que me impide llevar un buen ritmo de carrera. En Brañosera me espera Marta para darme nuevos ánimos. Las piernas me van bien, la cabeza también, pero el estómago no lo recupero. Para el km 9 de carrera ya he parado a abonar el campo por primera vez detrás de unos árboles... Cinco kilómetros después tengo que volver a parar, esta vez detrás de una escobas -tengo que advertir a otros corredores que no me sigan, que lo que pueden encontrar por el camino que he seguido igual no es muy agradable, jejeje-. La senda poco a poco va ganando pendiente, lo que supone que el ritmo de carrera sea menor, circunstancia que me ayuda a estabilizar un poco el estómago.




Llego al Collado de Pamporquero y por fin veo el Valdecebollas. Llevo 2 horas de carrera y parece que voy a llegar a la cima antes del cierre de control -3 hs 30 min-.  A estas alturas ya he advertido que el estómago me funciona mejor en las subidas que en los tramos llanos y bajadas, donde me perjudica el ritmo de carrera que, como es evidente, es mayor. Así las cosas, aprieto un poco los dientes durante el último tramo de subida, para aprovecharme de este momento, ya que después de la cima me espera otra vez el sufrimiento.

Llego a la cumbre del Valdecebollas a las 3 horas exactas de carrera. Primer objetivo conseguido.



Un avituallamiento rápido y me dirijo al largo cresterío. Se corre bien, si bien en algunas zonas hay que ir con atención para evitar torcerse el tobillo con las piedras y lajas sueltas. En mitad de la arista, y con el frío viento Norte soplando de lo lindo, encuentro un lugar donde aliviar el estómago por tercera vez. El dolor de estómago se transforma en calambres. No puedo comer bien, y lo que como creo que no me aporta mucho, por lo que me apura la posibilidad de que me pille el "tío del mazo", ese que viene acompañado siempre con una "pájara". No pasa nada, de momento la cabeza y las piernas siguen funcionando.

Finaliza la arista y toca bajar a Salcedillo. El primer tramo de bajada se hace por un nevero con la consabida técnica del "culoesquí". El resto de bajada hasta el collado se realiza por una zona un poco descompuesta e incómoda, pero breve.



Estoy en el avituallamiento del collado y aprovecho para tomar bebida isotónica, esperando que me asiente un poco el estómago.... Nada de nada, a mitad de la bajada a Salcedillo tengo que volver a apartarme del camino habitual para abonar los bellos campos de la montaña palentina.. En fin, ya se ha vuelto una rutina.

Llego a Salcedillo, donde me esperan Marta y Marina. Me dan ánimos, me aprietan para que coma algo en el avituallamiento y me despido de ellas hasta la meta. Ya he superado la barrera del km 30 y estando a tan poca distancia un simple dolor de estómago no me va a evitar culminar el objetivo.

Toca subir por el bosque de Salcedillo. Este tramo del recorrido lo hago solo. Disfruto del bosque de Hayas y Robles, lo cual hace que me olvide de mi sufrimiento por un buen rato. Pienso para mí que puede ser un bonito paseo con Marta y mis amigos... me prometo volver allí con ellos -este mismo fin de semana he cumplido esta promesa-. La subida por el bosque termina pronto, muy pronto... estaba disfrutando tanto que se me hizo muy corta. Aquí una foto de este fin de semana en el bosque de Salcedillo y a la salida en los molinos:






El descenso hasta el avituallamiento de Valverzoso volvió a ser un infierno para mí. Otra vez los calambres, otra vez la incapacidad para apretar el ritmo. Menos mal que las piernas seguían respondiendo.



Desde el avituallamiento solo queda una subida de unos cuatro kilómetros hasta los molinos de viento. Se hace larga, pero el premio se ve cercano. Cuando quiero darme cuenta, ya he llegado a los molinos. Solo me quedan 2 kilómetros de bajada hasta la meta!!! La bajada es rápida y directa por el bosque. Hay bastante barro acumulado en algunas zonas. Las zapatillas que calzo no están hechas para el barro-pastel, y acabo pringando dos veces... no si va a parecer que me he cag** encima... pues poco me faltó, jejeje.

Últimos metros, miro el reloj. Acaban de pasar las 6 horas de carrera. A pesar de los dolores con los que he corrido toda la carrera, voy a mejorar el tiempo previsto. Llego al pueblo, veo al fondo a Marta con su padre, que están llegando a la zona de meta. Si es que al final hasta me he adelantado respecto al horario previsto!!!



Llegada a la meta. Se para el crono. 6 horas 07 minutos 16 segundos. Estoy contento con lo logrado. De no haberla liado con el desayuno, podría haberme evitado el sufrimiento durante la carrera y seguramente habría mejorado el crono, pero estoy muy satisfecho por haberme sobrepuesto y haber aguantado sin desfallecer, lo cual, para mí, tiene mayor valor que arañar unos minutos al crono.

Ahora solo queda recuperarse y, para ello, no hay nada mejor que comer un buen plato de pasta casera, hecha por la madre de Marta. Hummm que ricooooo. Ahora sí que estoy feliz!!!

Fotos sacadas, en su mayor parte, de la página oficial de la carrera:

http://integral.barruelo.com/

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