TODO NOMBRE TIENE UN PORQUE...

Todo en esta vida tiene una razón, un por qué, calquier nombre viene por alguna circunstancia... y el nombre de nuestro blog también lo tiene... La temporada pasada fué un mal año para el esqui de travesía en nuestras queridas montañas cantabras. Terminaba 2011 y casi "no habiamos tocado pelo". Y un día en el rocodromo entrenando un poco con un grupo de amigos, y ante una pequeña nevada que se supone había caido en la zona alta de la Cordillera uno de los presentes dijo... Hay nieve, allí hay nieve. Hay que ir! aunque se jodan!... estoy harto de ponerme los esquis encima de la alfombra del salón... aunque se jodan!

Y así ha nacido aunquesejodan.blogspot.com



viernes, 3 de julio de 2015

LOCOS POR LA CORDILLERA - PEÑAS PINTAS

Sábado 13 de junio de 2015. Salimos de Santander sin destino definido. Esta vez vamos Alvarito, Vale, Victor -la nueva adquisición del equipo, jejeje- y yo. Tenemos ganas de escalar. La lluvia y las tormentas no van a ser obstáculo, pues vamos a hacer todo lo posible por tocar roca. Nuestra idea es ir a Potes y allí ver el panorama.

Tomamos el café en Potes y vemos que por allí se está cumpliendo el pronóstico. La previsión de tormentas nos hace descartar la primera opción de las previstas, la Divertimento a la Peña Regaliz, que dejamos para otra ocasión.

Repasamos el mapa de precipitación prevista y vemos que por el Norte de León puede hacer bueno. Revisamos el libro de Adrados y encontramos con una vía cuyo nombre nos viene "que ni pintado": Locos por la Cordillera, que discurre por la cara Sur de Peñas Pintas. Nos vamos a Riaño!!!

Tras subir San Glorio y pasar Riaño, bordeamos el embalse y llegamos a Salomón, pueblo desde el que se ve a la perfección la cara Sur de Peñas Pintas, por la que discurre nuestro objetivo -Aquí se observa en unas fotos que sacamos al final de la ruta-.


En el extremo derecho -Este- de esta pared es por donde discurre la vía. Desde el pueblo ya se puede intuir la zona por la que se escala, si bien para verla bien lo recomendable es subir al collado que está bajo la pared -más adelante hay otra foto-.


Comenzamos la ruta buscando el valle que sube entre Peñas Pintas -cierra el valle por el Este- y el Pico Llerenes -Oeste-, buscando la collada de Anciles. Desde Salomón se sube por el margen derecho del arroyo, prestando atención en un cruce que nos encontramos justo antes de salir del pueblo, en el que tenemos que evitar seguir la ruta a la localidad de Las Salas, pues nuestro camino discurre por la pista de la izquierda -no señalizada-.


Vamos remontando el valle y vemos a nuestra derecha un precioso bosque que cubre toda la ladera hasta un collado en la base de nuestra pared. Nos adentramos por el bosque, por el que se anda muy bien. No encontramos sendero, así que lo atravesamos buscando la referencia del collado situado bajo las paredes de la cara Sur, por el que se puede pasar a "Las Traviesas" y conectar con el camino normal que asciende desde Las Salas al pico.


Subimos hasta el mismo collado, desde el que se puede apreciar mejor el inicio de la vía -un poco antes se puede subir más directo, pero preferimos subir más para ver bien las referencias-.


Y aquí con el recorrido aproximado, que puede servir de referencia.


El primer largo consiste en una trepada sencilla, pero en la que hay que andar con ojo, ya que tiene mucha vegetación.


Al pie de una placa de adherencia montamos reunión y sacamos las cuerdas. Empieza la función!!

En la foto vemos la placa y más arriba el árbol que está bajo la repisa donde montaremos la siguiente reunión -subiremos por una chimenea sencilla con mucha hierba, situada a la derecha del mogote-.





Aquí se ve la chimenea, tras la que se sube por una placa con buenos agarres.



En la repisa donde montamos la reunión.


Y justo aquí comienza la parte más interesante de la vía. Un largo (6a) que comienza con unas lajas con un canto muy bueno y fáciles de proteger, tras lo que hay que auparse a un diedro -pasando por encima de un arbusto incómodo- del que surgen dos fisuras. Según la reseña de Adrados, en la fisura de la izquierda -con un poco de hierba y tierra- deberíamos encontrar dos clavos. Sin embargo no encontramos nada para protegernos y hay que buscar bien para localizar un buen emplazamiento donde meter algún seguro -en la fisura de la derecha, donde es más factible meter algo, la roca está rota, por lo que hay que mirar bien donde meter los friends...-. Terminan las fisuras y llegamos al diedro superior, donde las dificultades prácticamente desaparecen.






Este es, con mucho, el largo más bonito de la vía. Variedad de movimientos y roca, por lo general, compacta, con muchas alternativas para subir, según prefiramos buscar una placa en adherencia, una escalada tipo diedro, subir por las fisuras... lo que a cada cual le apetezca!!

Monto reunión y comienza a escalar Victor. A lo lejos observo como una nube, de un ancho aproximado de medio kilómetro, descarga lluvia intensa. Es la única nube que descarga de todas las que se ven en el horizonte, y la única que descargará durante todo el día. ¿Donde fue a parar? Pues justo encima nuestro, que mala pata la nuestra, jejeje.

Aquí vemos a Victor en el momento en el que empezaba a descargar agua sobre nuestras cabezas.



Esperamos unos minutos a que pasara el chaparrón. La verticalidad de los tramos más duros y la brevedad de la precipitación, hizo que el inicio del siguiente largo (un diedro de Vº grado) estuviera seco. El viento y el sol que surgió tras la lluvia hicieron su parte del trabajo y el resto de la vía se secó rápido.



Superado el pequeño diedro, comienza la escalada por el espolón, donde las dificultades disminuyen significativamente. A partir de aquí el mayor problema será evitar las zonas herbosas de la vía.



Aquí tenemos varios largos que van alternando zonas de trepada con algún paso corto de IIIº o IVº grado, en los que podemos subir por cualquiera de las múltiples alternativas que nos ofrece el amplio espolón -siempre evitando las zonas más herbosas y aparentemente sencillas, que carecen de interés para la escalada-.



Tiramos unos cuatro largos a tope de cuerda, montando reuniones en las amplias terrazas que encontramos, donde siempre encontramos algún cuerno o puente de roca.



Visto desde arriba hacia abajo destacan las zonas menos verticales y con mayor masa herbácea.




Y finalmente llegamos al final del espolón, donde termina la escalada, recogemos las cuerdas y nos ponemos las playeras.



Este elemento algo estaba maquinando, porque no hacía más que reirse, jejeje.




Como somos unos "locos por la cordillera", decidimos que tenemos que subir a la cumbre.



Seguimos la arista, por la que se llega a unas canales que descienden al Oeste, por las que se puede bajar al valle de Salomón -hay unas cuantas canales, en las que se puede bajar con mucho cuidado-.



Cambiamos de vertiente y ahora hacemos un flanqueo por terreno sencillo para llegar a la vía normal -cara Este-. Podríamos bajar para llegar al camino y hacerlo más sencillo, pero no tenemos ganas de andar perdiendo mucho desnivel, jejeje.



En poco más de media hora llegamos a la cumbre -la primera cota de la montaña por el Sur, de donde venimos-. Para ello se sigue el marcado camino que nos lleva a un collado entre la cumbre y otra cota central, desde la que siguiendo hacia el Sur unas marcas amarillas se llega por terreno sencillo a la cima.






Disfrutamos como gorrinos del precioso día que nos regaló la cordillera.



Y aquí unas fotos de unos "Locos que andan por la cordillera", jejeje.








Como resplandece el embalse del Porma desde la cima!!



Como todo lo bueno se termina, toca bajar.



Volvemos a las canales de la cara Oeste y elegimos una -en mitad- que parece franca para descender.



En esta foto se ven las canales de bajada. Hay que descender con cuidadín, que, además de inclinación, tienen mucha hierba y piedra suelta.


Al final sorteamos la tormenta y conocimos una pared que no teníamos estudiada, pero que nos hizo disfrutar de un día muy guapo.

Miguel
Alvarito
Valeriano
Victor









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